El Instituto internacional de investigación para la Paz, con base en Estocolmo (SIPRI por sus siglas en inglés) publicó una actualización del World Military Expenditure 2022 en que señala que el gasto militar mundial aumentó un 3,7% en términos reales en 2022, hasta alcanzar un récord de 2.240 mil millones de dólares. El gasto global creció un 19% durante la década 2013-22 y ha aumentado cada año desde 2015 (ver figura).
La invasión rusa de Ucrania fue un importante impulsor del crecimiento del gasto.
en 2022. El gasto militar en Europa aumentó un 13% durante el año, que fue el mayor aumento anual del gasto total europeo en la era posterior a la guerra fría. El crecimiento excepcional se debió en gran medida a aumentos sustanciales del gasto de Rusia y Ucrania, pero muchos otros países europeos aumentaron sus presupuestos militares en 2022. El gasto aumenta en partes de Asia y Oceanía también contribuyeron al crecimiento global en 2022.
Algunos de los hallazgos mas relevantes son:
Los top 5. Los cinco países que más gastan en 2022 fueron los Estados Unidos, China, Rusia, India y Arabia Saudita Arabia, que junto representó el 63% de gasto militar mundial.
EEUU en ayuda a Ucrania. El gasto militar de EE.UU. aumentó un 0,7% hasta 877 mil millones de dólares en 2022. El total incluye ayuda militar a Ucrania, estimado en 19.900 millones de dólares.
China aumentando gasto de manera sostenida desde hace 28 años. En 2022, el ejército de China el gasto aumentó para el 28º año consecutivo, hasta alcanzar los 292.000 millones de dólares.
Rusia gasta el 4.1% de su PIB. El gasto militar de Rusia se estima que ha crecido en un 9,2% en 2022, a 86.400 millones de dólares. Esto era equivalente al 4,1 por ciento de El PIB de Rusia.
Esta tendencia al aumento va a continuar como ya es evidente con el ascenso de China como superpotencia y sus aspiraciones de ir ganando mas espacios de influencia por sobre Estados Unidos; en el caso de Rusia la situación toma características más reveladoras aún con la actual guerra de invasión a Ucrania, la que incluye una fuerte participación de la OTAN y en particular de dos fenómenos, las recientes incorporaciones de Suecia (país que dejó 200 años de neutralidad) y Finlandia, los cuales comparten fronteras con Rusia, y por otro lado los cruces de palabras con Alemania y Francia que el Kremlin está teniendo ultimamente acerca del grado de participacion de estas dos naciones a lo que Putin y sus partidarios consideran una «intromisión más de occidente que tendrá una firme respuesta».
Las cosas así como se presentan, han ido creando un clima de incertidumbre que nos recuerda a los tiempos de la Guerra Fría y solo comparable según los expertos a la tension vivida en el caso misiles de Cuba en los años 60.