«Queremos que sigan existiendo húngaros». Una solución al problema de descenso demográfico mundial

El pasado martes 30 de abril nos reunimos en las dependencias de Sánc útca 3b en Budapest, con parte del equipo del Instituto de investigación para la Demografía y Familia KINCS (por sus siglas en húngaro) María Kopp, específicamente con la encargada de asuntos internacionales la señora Kriszta Kállay-Kisbán, y su asesora, Réka Szász, quienes se han especializado en la construcción de de las políticas demográficas en los últimos 14 años del gobierno de Hungría que han resultado ser tremendamente exitosas.

La fundación lleva el nombre de María Kopp, una psiquiatra, profamilia, fue  directora científica adjunta del Instituto Universitario de Ciencias del Comportamiento de Semmelweis,  que ayudó mucho en el análisis demográfico de los húngaros en los años 80, considerada una de las mejores investigadoras del bienestar mental de los húngaros, su trabajo también fue muy reconocido internacionalmente por las importantes contribuciones. Sin duda ella estaría orgullosa del trabajo continuado que ha realizado el gobierno húngaro en este último tiempo.

En su programa Protección Familiar en Hungría 2010-2022 ha presentado cifras sobresalientes en diversos aspectos dentro del contexto europeo y que han sido de ejemplo para muchas naciones que vienen de todas partes del mundo a escuchar su receta «mágica» (nada de magia, solo la voluntad política y de una sociedad ocupada de estos temas fundamentales).

Esta formula se basa en 5 pilares:

1.- La crianza de los hijos debe ser económicamente ventajosa.

2.- Las familias deben recibir ayuda para ser propietarias de una vivienda.

3.- La política familiar debe centrarse en las madres.

4.- Todos los aspectos de la vida del país serán favorables a la familia.

5.- Las familias y los niños deben estar protegidos por la ley.

Si se compara en términos de número de nacimientos Hungría ostenta la mayor cantidad de niños por mujer; en 2022  la tasa en el pais magyar fue de 1.52, versus 1.16 en España y 1.24 en Italia (estos dos paises tienen un alto numero de inmigrantes latinos y africanos que tienen tasas mucho mas altas). También han podido aumentar el número de matrimonios desde el año 2011 con un total de 35.520 han llegado al 2022 a los 64.000, todo gracias al apoyo de un paquete de medidas Pro familia y de incentivos económicos que pueden llegar incluso hasta los 30,000 euros para una familia con más de tres hijos, donde las ayudas comienzan en la semana número 12 de gestación de embarazo .

Alguno podría preguntarse, ¿y por que viene un Estado a ocuparse de estas materias? la respuesta es sencilla, porque el mercado no es capaz de hacerlo y no es la respuesta a materias de este tipo, por lo que el Estado entra con su función connatural y dictando normas que incentiven (no determinen) como garante en su representación de las comunidades y corrige cosas tan serias como la posible desaparición de los connacionales de cualquier país.

Así se ve de manera concreta la importancia que tiene para el estado húngaro poder frenar la disminución de compatriotas, aunque aún ellos sienten que falta mucho por avanzar. No solo están preocupados de tener mas niños y de estimular que los húngaros se casen, sino que también eso no perjudique laboralmente a las mujeres y permitir su reinserción efectiva al sistema; en 2011, el empleo femenino en mujeres entre 20 y 64 años llegaba al 59%, mientras que en 2022 éste alcanzaba al 75,3% (este ratio en la UE es del 50% para el mismo año) lo que grafica que para ellos la mano de obra prioritaria debe ser local y no importar inmigración sin control para suplirla con las consecuencias en materia de estancamiento de salarios reales y calificaciones técnicas muchas veces difíciles de comprobar.

En la cita se dio un espacio para el intercambio de experiencias y la situación de Chile, en que no tenemos políticas <pro familia> ni incentivos demográficos para aumentar la cantidad de chilenos en el largo plazo, cuestión fundamental incluso para seguir llamándonos chilenos mas allá del hecho de «habitar» esa geografía.

Finalmente conversamos sobre el contexto mundial de los países desarrollados que tienen una fuerte aversión a construir familia, los desafíos vinculados a una secularización acelerada en nuestras sociedades y el marcado individualismo de las políticas liberales imperantes en la mayoría de los países occidentales que desestiman el bienestar colectivo de las naciones y a veces se convierten en un «sálvate solo».

Todas las naciones que deseen proyectarse en el tiempo y no quieran desaparecer, deben considerar políticas de esta índole que les brinden a sus ciudadanos la tranquilidad de que se resguarda las condiciones de trabajo, seguridad y desenvolvimiento armónico que son propios de la soberanía de los pueblos.